Un organismo notarial entre otros, un CRIDON entre otros
El CRIDON de París es un organismo profesional notarial de origen voluntario.
Esto significa que su creación en los años 1960 no resulta de la voluntad de los poderes públicos, sino de un consenso libre y claro de los miembros de la profesión. Esta naturaleza voluntaria explica en cierto modo los particularismos regionales que caracterizan cada uno de los CRIDON y justifica también en cierta manera su autonomía jurídica y financiera, al mismo tiempo con respecto a los órganos estatutarios de la Profesión y de los otros organismo de la misma índole.
Cada CRIDON se explica por las necesidades de los notarios que han presidido su creación. El tamaño de los estudios, la organización del trabajo en cada empresa notarial, las necesidades específicas de documentación, la índole de las cuestiones tratadas con mayor frecuencia o que se tratan raramente, tienen una incidencia en la "cultura de empresa" de cada CRIDON.
Los notarios de los "países de lo escrito" tienen mayor costumbre de formular sus preguntas por escrito que los notarios de los lugares donde la pregunta oral está más en uso. Esta simple distinción tendrá consecuencias al nivel de la organización de cada uno de los CRIDON y de la integración de sus consultores.
En los "países de lo escrito" cada solicitud será repertoriada, clasificada, y conservada. La mecanización - tratamiento de texto y seguidamente equipo informático -  se lleva hasta su extremo. El ratio de las secretarias es importante en este caso. La pregunta hecha no es ni ligera ni efímera. La respuesta tarda más en llegar porque merece reflexión y, al mismo tiempo, porque es necesario encontrar el tiempo para formularla.
Los "países de lo oral" modelan a su manera la organización del trabajo y la índole del trabajo brindado. En ellos, no sólo se solicitan respuestas a las preguntas planteadas sino además intervenciones públicas. La Conferencia participa de la cultura CRIDON. Se requiere de los consultores que entren en escena e instruyan a sus contemporáneos con su saber.
En los "países de lo escrito", antes que alentar a los consultores a hablar en cátedra, se requiere de ellos que expongan por escrito las últimas dificultades de su especialidad.
También hay conciencia de que cualquier habilidad jurídica o fiscal, cualquier solución astuta o ingeniosa que pueda "sacar" a un cliente de un "mal trance", debe ser ampliamente difundida por los medios de prensa. A veces, el ponente respeta menos esta obligación, ya que naturalmente tiene tendencia a explayarse en confidencias y hacer alarde sus conocimientos. Guardianes de la ortodoxia jurídica, los consultores del CRIDON deben comprender las necesidades de la práctica y saber interpretar la ley cuando una interpretación de esta índole es al mismo tiempo posible y necesaria. Los consultores de los CRIDON estan muy vinculados al organismo al que dispensan su saber. Cuando son permanentes, se prohiben trabajar para otros organismos que no sean la Notaría. Sin embargo, no se considera que las actividades docentes sean incompatibles.
Organización del Notariado francés
Cinco CRIDON